En el año 1980, el día 2 de agosto, el país se levantó sobresaltado con una de las noticias más impactantes que se recuerdan, aún a día de hoy, en la crónica negra de este país, esa madrugada fueron asesinados a tiros, en su chalet de Somosaguas, a las afueras de Madrid, el matrimonio formado por Manuel de la Sierra y Torres, propietario del Banco Urquijo y su esposa María Lourdes de Urquijo y Morenés, conocidos como los Marqueses de Urquijo.
La historia de la familia
El matrimonio tenía dos hijos, Juan y Myriam, que sufrían la tacañería de su padre El Marqués de Urquijo, hasta el punto de que en su círculo de amistades eran conocidos “como los pobres”. Myriam conoció a Rafi Escobedo y se casó con él en 1978, a pesar de que su padre no veía con buenos ojos a su yerno.
El matrimonio acabó separándose a los pocos meses, debido a sus continuas peleas y al carácter de Rafi. Poco después, Myriam conoció a su actual marido, el americano Richard Dennis. Mientras, Escobedo dilapidaba el dinero que le pasaban sus padres con su amigo de la infancia Juan Anastasio.

La noche de los asesinatos
La noche del 31 de julio al 1 de agosto, Rafi Escobedo salió a tomar unas copas con unos amigos, entre los que se encontraba Javier Anastasio, quien le llevó a casa alrededor de las tres de la madrugada.
Según cuenta el atestado de la policía allí recogió varios utensilios, entre los que se encontraba una pistola. Los asaltantes llegaron a las 3.30 de la madrugada, justo cuando sabían que no habría peligro alguno.
Habían planeado entrar por una zona acristalada de la piscina. Para ello, llevaban una bolsa con diferentes utensilios, en los que se encontraba un soplete, un martillo, una linterna y un esparadrapo.

Consiguieron romper el cristal sin hacer apenas ruido gracias al esparadrapo, el cual pegaron con una tira adhesiva y dibujando un triángulo con este consiguieron golpear en el centro y de esta forma los trozos de cristal quedaron unidos por el esparadrapo.
Una vez dentro, se dirigieron a la planta baja, donde se encontraban los Urquijo. Una puerta de madera maciza les impedía el paso, pero gracias al soplete consiguieron hacer un agujero lo suficientemente grande para que uno de los asesinos metiera el brazo y girara la llave que cierra la puerta.
Los marqueses dormían en distintas habitaciones, según relata la policía y la posterior declaración del único acusado, Rafi, el cual iba supuestamente acompañado de su gran amigo Juan Anastasio y de varios cómplices más.
En ese momento se dirigieron directamente a la habitación del marqués de Urquijo, Manuel de la Sierra.
Los asesinos de los Marqueses de Urquijo conocían muy bien la rutina del Marqués y la casa, ya que sabía cuando entrar y a donde se tenía que dirigir.
El asaltante que llevaba la pistola se dirigió directamente a la cabecera de la cama y apuntó a la oreja derecha del Marqués. Solamente un segundo después sonó un ruido amortiguado y el Manuel de la Sierra murió sin llegar a despertar.

Su asesino tenía un especial odio escondido en él, ya que una vez ejecutó el disparo, se abalanzo sobre él, apretándole el cuello para estrangularlo, hasta que otro de los asesinos consiguió detenerle.
Durante este forcejeo, una bala salió disparada hacia uno de los armarios de los Marqueses de Urquijo, lo que hizo que María Lourdes Urquijo Morenés, la Marquesa de los Urquijo, se despertara.
Parece ser que no había intención de matar a la Marquesa, pero, debido al incidente en la habitación, los asaltantes dispararon hasta dos veces a María Lourdes Urquijo Morenés hasta acabar con su vida.
Si algo quedó claro después de estos asesinatos era que el móvil del crimen no era un hurto, ya que los asaltantes no se llevaron nada de la casa, más bien al contrario, lo dejaron todo como estaba.
Para la policía hubo un total de cinco asesinos: los cuatros principales que fueron a la casa y el inductor de los crímenes.
Los principales sospechosos
Rafael Escobedo Alday

Rafael Escobedo Alday, más conocido como ‘’Rafi’’. El yerno de los marqueses fue el principal acusado. Tenía 26 años y su móvil era que odiaba a su suegro, ya que lo hacía responsable del fracaso de su matrimonio.
Javier Anastasio de Espona

Javier Anastasio era el mejor amigo de ‘’Rafi’’ y según la policía fue el principal cómplice del asesinato, aunque este lo negaba. Entró en prisión provisional a la espera de juicio y cuando le concedieron la libertad huyó del país hasta que el crimen quedó prescrito.
Diego Martinez Herrera

Diego Martinez Herrera, de 52 años, fue el administrador de las cuentas de la familia Urquijo, al parecer controlaba y tenía acceso a toda la fortuna de los marqueses.
Fue quien mandó a lavar los cadáveres la noche después de los asesinatos, justo antes de que les hicieran la autopsia, y también confesó quemar algunos documentos que había en la caja fuerte de los marqueses, ¿el motivo? Nunca se supo.
Miguel Escobedo

Miguel Escobedo Gómez-Martín era el padre de ‘’Rafi’’ Escobedo y consuegro de Manuel de la Sierra. Se conocía que era un especialista en armas y precisamente era el propietario de la pistola con la que se cometió el crimen.
Mauricio López Roberts y Melgar

Mauricio López Roberts y Melgar, más conocido como el marqués de Torrehermosa, era amigo de Javier Anastasio y precisamente ayudó a este a huir cuando salió de la cárcel. Tenía una presunta enemistad con el Marqués de Urquijo, por lo que podía estar interesado en su muerte.
Vicente Díaz Romero

Vicente Díaz Romero, de 37 años, fue el mayordomo de los Urquijo la noche en que los asesinaron, concretamente llevaba 7 meses al servicio de los marqueses.
Vicente era una de las personas que mejor conocía la casa y sus infraestructuras, por lo que sería un colaborador ideal para perpetrar los crímenes.
Richard Dennis Rew

Richard Dennis Rew, más conocido como ‘’Dick, el Americano’’, era la pareja de Myriam en aquellos momentos, justo cuando esta se acaba de separar de ‘’Rafi’’. Aparentemente no tenia ningún móvil para cometer el crimen.
Juan y Myriam de la Sierra Urquijo

Juan y Myriam de la Sierra Urquijo eran los hijos de los marqueses en aquellos momentos. Aunque quedaran visiblemente destrozados por aquellos hechos, se conoció que, económicamente, tanto Juan y Myriam quedaron muy bien parados, ya que heredaron toda la fortuna de los marqueses.
¿Quién mato a los Marqueses de Urquijo?
Rafi Escobedo confesó estos hechos, a pesar de que quedaron muchos puntos oscuros aún hoy, por resolver.
La confesión de Rafi, aparentemente voluntaria, lo condujo la prisión cántabra de El Dueso, donde años más tarde apareció ahorcado.
Literalmente, ‘’Rafi’’ confesó lo siguiente:
‘’Mientras trataba de escapar se despertó́ su suegra y preguntó ¿Quién hay allí? o algo así́, y para evadir ser reconocido tuvo que ofrecerle muerte, disparándole una primera oportunidad cuando ella estaba sentada en la cama y una segunda vez para garantizar su muerte. Tras ello, salió́ corriendo y tomó el vehículo de su padre, marchándose a su domicilio. A la mañana siguiente despertó́ temprano y se ausentó de casa para un asunto relacionado con el seguro de desempleo’’.
Aunque se pudo confirmar que Rafi estaba presente la noche de los actos nunca se pudo determinar quienes fueron sus acompañantes con exactitud.
Rafael Escobedo, el año 1983, fue condenado a 53 años, 4 meses y 2 días de prisión.
Pese a las múltiples investigaciones, nunca se pudo llegar a determinar quienes fueron los autores del asalto y de los asesinatos, aunque se sospechó del entorno de la familia.
Tras unas largas investigaciones, se llegó a determinar que Rafi Escobedo fue quien mató a los Marqueses de Urquijo, aunque años después lo negara.
¿Qué pasó después?
Años después del crimen, ‘’Rafi’’ Escobedo acabaría por retratarse de sus principales declaraciones y proclamaría su inocencia de los hechos. En una conocida entrevista al programa ‘’Cuerda de presos’’ Rafael Escobedo declaró:
‘’Me declaré culpable porque me obligaron, porque pensé que nunca me podían condenar pese a ser inocente, porqué era muy ingenuo’’
También aseguró que sabía quien había cometido los crímenes y que lo iba a contar.
Pero justo cuando el exmarido de Myriam iba a declarar los supuestos culpables apareció presuntamente ahorcado en su celda un 27 de julio de 1988, aunque la autopsia reveló que realmente había muerto debido a una papelina de cianuro que alguien le había facilitado para suicidarse.
Este crimen fue seguido con mucha expectación durante los años que duraron las investigaciones y el posterior juicio que condujo a Escobedo a la cárcel. La rumorología popular siempre señaló a los hermanos Juan y Myriam como sospechosos de haber matado o inducido a ello, a sus propios padres, por la fortuna que recibieron tras las muertes.
Con la muerte de Rafi Escobedo quién, a pesar de haber confesado en su momento los crímenes, años más tarde se retractó diciendo que era inocente, se cerró uno de los crímenes más espeluznantes del siglo pasado que aún hoy, sigue sin resolverse.